martes, 13 de noviembre de 2007

Dios de vivos


Ante la muerte hay algo, dentro de nosotros, que se rebela. La vida debería ser distinta para todos, más hermosa, más feliz, más segura, más larga...
En el fondo vivimos anhelando vida eterna. Nuestro origen es eterno y a él tendemos.
Si pensamos que lo único que nos espera es la nada, ¿qué sentido pueden tener nuestros trabajos, esfuerzos y progresos?...
Desde los límites y la oscuridad de la razón humana, los creyentes nos abrimos con confianza al misterio de Dios. "Dios mío, en Ti confío, no quede defraudado"
(Sal 25,1)
Lo único que sostiene al creyente es su fe en el poder salvador de ese Dios que, según Jesús, "no es Dios de muertos, sino de vivos". Lucas 20, 27-38.
Dios no es sólo el creador de la vida; es el resucitador que lleva a su plenitud.
Ideas de Pagola.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Ángel:

He mirado por encima tu blog.
Me parece muy interesante.
La Paz/eja

Anónimo dijo...

Gracias por tus ánimos.
La Paz.