Ayer, por la tarde nos animamos y arrancamos para Polanco.
Paseo por Santander. Buscamos más bien la sombra, pues el sol calentaba...
Merienda y de vuelta. No faltó el helado de chocolate...
Aroa no se quiso perder el ambiente e hizo "todo" lo posible por no dormirse.
Es una pena que piense que se "pierde" el presente y no quiera dormir.
Esperemos que con el tiempo sueñe más con los angelitos y sus sueños sean más profundos.
Aroa con su gorrito blanco, va llamando la atención por donde pasa...
Es como un angelito...
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