Hace pocos días, mi nieto Leo me ayudaba a recoger, en los alrededores de Polanco ( Cantabria ), caracoles por sus verdes campos. Algunos parecían invernar, ajenos a su entorno primaveral. Otros trataban de buscar cobijo seguro y así librarse de sus enemigos. A pesar de todo, cayeron en nuestra bolsa. Ninguno llegará a la meta.
Faltan pocos días para los comicios municipales. Cada partido trata de llegar a la meta antes que sus compinches. Si por mí fuera, ningún partido político llegaría a la meta. Por más que miro y remiro no veo a nadie que merezca mi voto. No soy exigente. Puedo disculpar muchos errores políticos...prevaricaciones, corrupción, amiguismo, enchufismo, promesas electorales incumplidas, desastres ecológicos y de urbanismo...pero no puedo con el terrorismo de Estado. Tantos niños inocentes masacrados en el cascarón de su madre...tantos niños que no llegarán nunca a la meta. ¿ Dónde están los partidos políticos que favorecen la vida ?
No comprendo las conciencias que, amparándose en el mal menor, votan a favor de partidos que apoyan el aborto. La Iglesia no debe descuidarse pues se está empapando de corrientes anticristianas, como la Idiología de Género y diferentes Lobby que están enturbiando las conciencias sanas de los cristianos. La Jerarquía debería dar un toque de atención.
Muchos alegan a la libertad. No todo está permitido bajo la bandera de la libertad. Un cristiano no debe dar su papeleta a partidos que apoyan la muerte de niños inocentes. Yo como persona libre y cristiana no optaré por el llamado mal menor y los daños colaterales. Simplemente no apoyaré a nadie, porque nadie se ha hecho digno de mi voto.
Tú vota en libertad y en conciencia.
Muchos caracoles no llegarán a la meta.