Esta tarde hemos asistido a una celebración de la Unción de los enfermos en la parroquia del Carmen en Barakaldo.
Las personas mayores a poco que reciban una atención, devuelven ilusión y optimismo.
Hemos finalizado con una oración que quiero compartir con todos vosotros.
Señor, enséñame a saber envejecer.
Para eso, convénceme
de que no son injustos conmigo
los que me quitan la responsabilidad,
los que no me piden opinión,
y los que llaman a otros
para que ocupen mi puesto.
Además, quítame el orgullo
y el sentimiento de creerme indispensable.
Te pido Señor, que me ayudes
para que a pesar de mis años,
pueda ser útil a los demás
con mi optimismo,
con mi alegría, con mi oración,
y aceptando los cambios de este mundo
con humildad y sin renegar.
Finalmente te pido, Señor,
que me perdones, porque a veces
me he olvidado de ti,
y no he recordado lo mucho que me quieres.
Señor, enséñame a envejecer así
y a no jubilarme nunca de Amar,
Comprender, hacer el Bien
y Sonreir a todos.
Amén.