Por naturaleza el hombre tiene temor al dolor , al sufrimiento, a la muerte, a que no le quieran, a perder un trabajo, a un accidente, a...
Para el cristiano, Jesús lanza un grito: ¡ No temas, yo estoy contigo!
Dios es amor.
En el amor no hay temor.
Mientras tememos no conocemos el amor perfecto.
Él nos amó primero.
El que permanece en el amor, en Dios permanece, y Dios en él.
Existe el " temor de Dios " que es lo contrario a la idea de "castigo"...
Es un fruto del Espíritu Santo.
Es algo así como "miedo" a que el amor y la misericordia de Dios se aleje de nosotros.